Ha sido una experiencia muy positiva, y un buen entrenamiento en las alturas, porque, agujetas que no falten.. desde el músculo de la lengua hasta los dedos de los pies he ejercitado del tal forma, que no podía ni buscar la postura para poder dormir, aunque hay que decir que no ha sido solo de las agujetas, sino también de los taponazos que alcance.. jejeje.
Ahora toca volver a la rutina y lo cierto es que vuelvo a entrenar con mucha fuerza y ganas, aunque con muy poco tiempo para los compromisos que se pueden presentar, pero no me preocupa. Valoro el estado de mi rodilla que está respondiendo bastante bien por ahora, y con eso, más que me sobran motivos para estar contento y tranquilo, el resto, ya llegará. Ahora solo hace falta esperar hasta pasada la Semana Santa, sobre finales de Abril para volver a rodar con la Ordu, ya que hasta dicha fecha no podre tener la cabra dispuesta para rodar después de aplicarles todas y cada una de las modificaciones que me han indicado en el Bikefitting y confirmar la buena colocación de todas y cada una de ellas con un nuevo estudio. Por suerte dispongo de la Pinarello para poder rodar y sumar kilómetros… habrá que estar contento y conforme.
¡Nos vemos en la carretera!
Que bonito. Pongase a entrenar lo suyo carajo, jajaja. A ver si llegas a cojerme frio o lesionarte de nuevo esa rodilla. Un abrazo Teo.
ResponderEliminarYa estoy en ello! Pero esas cosas no hay que dejarlas de lado que no somos Pro´s! Hay que disfrutar! Saludos Toño!
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